El polígrafo es un instrumento que evalúa respuestas fisiológicas de un sujeto tomando en consideración la presión arterial, ritmo cardíaco, frecuencia respiratoria y la respuesta galvánica, razón por la que las reacciones que se emiten están relacionadas con el contexto y nerviosismo que presenta en ese momento, pero no se consideran otros factores conductuales (recopilación de información por medio del relato del evaluado indagando sobre antecedentes personales, biografía, desarrollo emocional y cognitivo, procesos psicológicos,  entre otros) algo que es fundamental que no se toma en consideración ¿Qué hizo la persona antes de esta prueba?, por ejemplo, tomó algún calmante para que su organismo no presente ninguna señal de alerta, revisó en el google como aprobar, vino peleando  con alguien y comienza la prueba alterado, tiene un trastorno de ansiedad, es una persona por naturaleza nerviosa, tiene miedo que el que está aplicándole el polígrafo piense que está mintiendo causándole tensión, está enfermo, no durmió bien , siente que es una situación presionante y está inquieto,  consumió algún tipo de droga, etc.

Los falsos negativos son frecuentes porque hay muchos factores en la personalidad y estilo de vida de la persona que van a influir en sus respuestas fisiológicas y vamos a ver dos casos: si  alguien es psicópata, el cual se caracteriza por alto control emocional, no muestra ninguna emoción de culpa, y se suma que posee encanto superficial, facilidad de palabra, va a mostrar seguridad y cero nerviosismo al contestar el interrogatorio, si le preguntan si ha cometido algún acto criminal y su respuesta es negativa, el instrumento no va a registrar ninguna reacción de su organismo, lo mismo va a suceder con un sujeto con tendencias o trastornos antisociales que se define por ser manipulador y  dice lo que queremos escuchar. Sicard (2020), menciona que el polígrafo mal llamado “detector de mentiras”, puede registrar ausencia de cambios fisiológicos cuando las personas consideran que no están diciendo mentiras, fruto de su propia convicción en hechos
falsos.

Otro punto adicional, las personas que lo aplican generalmente no tienen formación sobre Psicología del Testimonio que es parte de la Psicología Jurídica, la cual permite analizar la credibilidad del relato por medio de varias técnicas que tienen sus propios protocolos y condiciones de aplicación que son hechos únicamente para este propósito, adicionalmente, toma en consideración la estrecha relación entre el hecho y el relato por medio del funcionamiento de la memoria y como saber inducirle en ese proceso de recuerdo y no se llega a este punto únicamente con las preguntas cerradas que utilizan durante el polígrafo.

En relación al sustento científico no hay respaldos que aseguren que detrás hay una metodología  (varias técnicas o herramientas cuantitativas y cualitativas como entrevistas semiestructuradas o colaterales, pruebas que determinen presencia de sintomatología o rasgos de personalidad ), como se explica la  correlación de información para llegar a una conclusión, no se establecen hipótesis para falsearlas o corroborarlas durante la investigación, carece de teoría que sustente lo que se está haciendo y explique la conducta del evaluado y uno de los puntos más importantes no hay respaldo  por parte de la comunidad científica de Psicólogos que estudian la temática sobre credibilidad ante un hecho en concreto.

Hay algunas personas que utilizan este instrumento  y no tienen formación en Psicología, únicamente sacan una certificación avalada  y se aseguran que el equipo esté calibrado pero cuando aplican este instrumento deben indagar exclusivamente sobre hechos conductuales y procesos psicológicos  de los cuales  no entienden.

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